viernes, 30 de julio de 2010

Vehículos agrícolas sostenibles



Maquinaria agrícola e industrial y tecnologías de propulsión para el siglo XXI.

Sin duda, la industria del automóvil está liderando el desarrollo de tecnologías en el transporte destinadas a ofrecer al mercado vehículos cada vez más eficientes y ecológicos, en definitiva menos contaminantes. Sin embargo, existen otras áreas de actividad relacionadas con el transporte que sin tener una relación directa con los automóviles o con su utilidad, sí beben de los avances en investigación y desarrollo de la industria automovilística.

Tal es el caso de la maquinaria fuera de la carretera, tanto agrícola como industrial, que no tratándose de vehículos específicamente destinados al transporte de mercancías y/o personas (más bien hablaríamos de acarreo de aperos, implementos, materiales o bienes), sí forman parte integral de concepto de “movilidad”, pues son equipos tripulados con importantes demandas energéticas para llevar a cabo las diversas actividades para las que han sido diseñados.

Así pues, los tractores que recorren nuestros campos, las carretillas que circulan en los almacenes o los diferentes equipos de obra pública (carretillas elevadoras, dumpers, cargadoras, excavadoras…) forman parte, indudablemente, de este concepto y también llevan años siendo objeto de estudio por parte de los fabricantes para lograr equipos menos contaminantes y más eficientes energéticamente.

En esta ocasión hacemos un guiño a los vehículos agrícolas, muy dependientes de los combustibles fósiles, que suponen una parte importante de los costes a los que, inexorablemente, tienen que hacer frente en su actividad agricultores y ganaderos.

Los tractores y otros vehículos agrícolas montan, en su mayoría, motores diesel, por lo que no sólo contribuyen al calentamiento global fruto sus emisiones de CO2, sino también a la contaminación de suelos debido a pérdidas de aceite.

Cierto es que desde hace décadas, los ingenieros están trabajando en el desarrollo de motores para vehículos agrícolas, capaces de operar con biocombustibles y de cumplir con los estándares de la normativa Tier 3/Fase IIIA y Tier 4 provisional/Fase III B sobre emisiones de gases contaminantes para maquinaria fuera de la carretera. Asimismo, fabricantes como Massey Ferguson apuestan por motores con sistema de Reducción Catalítica Selectiva (SCR), con la que los gases de combustión son tratados separadamente, añadiéndoles AdBlue (urea), que convierte el óxido de nitrógeno (NOx) en agua e inofensivo nitrógeno, incrementando a la vez potencia, rendimiento y economía.

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