lunes, 5 de julio de 2010

El Mediterráneo pierde el 90% de su biomasa marina

Tan solo el 0,01% del Mediterráneo está protegido, pese a que en el último siglo se ha perdido más de la mitad de la biomasa marina y en algunos puntos hasta el 90%.

Así lo pone de relieve una investigación realizada conjuntamente por la Sociedad Cousteau y National Geographic que se ha presentado este viernes en Barcelona.

A esta conclusión ha llegado un equipo de submarinistas, entre los que se encuentra el hijo del mítico oceanógrafo francés Jacques-Yves Cousteau, que ha grabado durante el último mes diversos fondos mediterráneos y ha comparado las imágenes con las obtenidas desde 1946 por el padre. Del estudio se deduce que en las reservas marinas existe una biomasa entre cinco y diez veces superior que en el resto del mar, lo que pone de manifiesto la importancia de la conservación.

A partir de inmersiones en aguas de las reservas de Scandola (Córcega), islas Medes (Catalunya), S'Espardell (Mallorca) y el Parque Nacional del Archipiélago de Cabreara (Sur de Mallorca), los expertos han señalado que su análisis permite una aproximación a lo que había en el Mediterráneo antes de que la sobreexplotación pesquera y la contaminación de sus aguas lo haya situado al borde del colapso.

Entre las especies emblemáticas, el explorador catalán de National Geographic, Enric Sala, ha destacado que fuera de las reservas marinas el hombre ha acabo con todos los corales rojos que habitaban los primeros 80 metros desde la línea de costa, y que además tan solo quedan vivos un 1% de las cinco especies de tiburones que existían y unos 500 ejemplares de foca monje --200 en las costas africanas y unas 300 entre Turquía y Grecia--.

El cambio de "proporciones dramáticas" se ha producido, en parte, debido a que solo un 0,01% del Mediterráneo cuenta con reservas de pesca, donde la vida fluye y se expande con relativa rapidez, asegurando la pesca también en aguas cercanas a la misma. Según Sala, es incomprensible que se proteja tan poco el mar, porque al final "el mar es como una cuenta corriente en la que todo el mundo saca dinero pero nadie ingresa".

El equipo, que partió de Marsella a bordo del Alcyone, realizó una primera inmersión "deprimente" en las aguas próximas a la ciudad francesa, donde el mismo Jacques-Yves Cousteau documentó en 1946 la gran abundancia de peces que existía. En cambio, hoy en día no queda nada de aquello, ha recordado en rueda de prensa su hijo, Pierre-Yves Cousteau, y "lo normal son muchas medusas en verano".

LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

A pesar de la situación alcanzada, los expertos han señalado que "hay esperanza", ya que la experiencia de las reservas marinas permite asegurar que la situación todavía es reversible. Por ello, han hecho un llamamiento para que la sociedad adquiera una mayor conciencia y demande la extensión de los parques marinos. "Cuando en una zona no se pesca, se puede recuperar", ha asegurado Sala, que además ha defendido la viabilidad económica de las reservas en forma de ingresos turísticos y, también, generando pesca en las zonas aledañas.

Entre los ejemplos, Sala ha citado el de las islas Medes, donde tan solo 94 hectáreas marinas aportan al año 6 millones de euros a costa de la actividad turística que se deriva, "20 veces más que la pesca". A pesar de ello, ha recordado que en la costa catalana tan solo están protegidos 2 kilómetros cuadrados, para concluir que son necesarias más reservas "porque todo el mundo gana".

Pierre-Yves ha recordado el legado de su padre, con cuyas imágenes trabaja en la realización de un documental que se estrenará a partir de 2011 y servirá para comparar el estado en el que se encuentra el Mediterráneo tras solo unas pocas décadas. El proyecto servirá también como efeméride, para conmemorar así el centenario de su padre.

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