Según datos de la consultora ipsom, consultora energética especializada en el ahorro de costes, las actuaciones en instalaciones industriales dirigidas a aumentar la eficiencia de los procesos, si van acompañadas de un estudio técnico riguroso, consiguen reducir los consumos energéticos de los equipos entre un 20 y un 40%. Dependiendo del tamaño de la empresa, podemos estar hablando de decenas o incluso centenares de miles de euros ahorrados cada año. Se trata de una cifra nada desdeñable. Sin embargo, muchas de las empresas españolas no han puesto al día su tecnología, lo que implica que los equipos que utilizan sean poco eficientes y, por tanto, que el consumo de energía que necesitan sea mucho mayor.
Las facturas eléctricas en España suponen un gasto de 30 mil millones de euros anuales. La industria es responsable del 35% de este consumo y el 70-80% del consumo industrial se debe a motores; eso son unos 8 mil millones de euros cada año y serán más porque las previsiones indican que el precio de la energía subirá considerablemente en los años que vienen.Es vital que las empresas españolas comiencen a redefinir sus procesos en función de planes de eficiencia que consigan que el gasto en energía sea menor. Invertir en eficiencia es siempre invertir en ahorro. Y esto sin tener en cuentas las diferentes ayudas económicas que tanto desde el estado como desde las autonomías se ofrecen en este ámbito.
Un motor eficiente ahorra hasta un 30% de energía con respecto a uno que no lo es
Por ejemplo, el ahorro potencial entre un motor eficiente y un motor ineficiente supera el 30%. Aunque los motores más eficientes son un poco más caros, el coste de compra es irrelevante en comparación con el gasto en energía en toda la vida del motor: este último supone el 97% del coste total. Al final los motores eficientes siempre salen más baratos, a no ser que se usen muy poco. En muchos casos incluso es rentable sustituir los motores viejos por modelos eficientes sin esperar a que los primeros acaben su vida útil. Actualmente el 80% de los motores de nuestras industrias son de pequeño tamaño con potencias inferiores a 7,5 kW. Tal y como se destaca desde ipsom, las empresas están malgastando la energía y, lo que es peor, perdiendo dinero cada día en sus procesos productivos.
Cada vez más empresarios van siendo más conscientes de que la eficiencia energética es una oportunidad de ahorrar costes y ganar en competitividad. Al realizar un plan de eficiencia, cada caso se aborda con un estudio en profundidad de los flujos energéticos en las instalaciones del cliente, conocido como auditoría energética. En este estudio se identifican las oportunidades de ahorro energético, incluyendo siempre un análisis financiero de cada una para garantizar que todas las posibles actuaciones cumplan con su objetivo final: gastar menos dinero en energía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario