domingo, 23 de mayo de 2010

decide...

En el año 0 de nuestra era había en el mundo 250 millones de seres humanos. En 1492 cuando Cristobal Colón llegó a América esta cantidad se había doblado. En 300 años volvió a doblarse llegando en 1776 a los 1000 millones de personas. 175 años después, al finalizar la Segunda Guerra Mundial la población del planeta era de 2.300 millones y en 1995, 50 años más tarde, había alcanzado la cifra de 5.674 millones.

En el momento de escribir este texto la población había alcanzado 6.794 millones (http://www.poodwaddle.com/clocks2es.htm) y se prevé pasar de 7.000 millones en 2011. Actualmente la población aumenta unos 1.000 millones por década. De seguir así las previsiones para 2050 son de alcanzar la increíble cifra de 9.200 millones de personas.

Es evidente que los recursos del planeta no permiten que esta creciente población humana satisfaga sus necesidades de la forma que lo ha hecho hasta ahora. El planeta no puede soportar el impacto que supondría alimentar, mover, calentar e iluminar a tal cantidad de personas si ha de hacerlo de la forma en que lo hace actualmente.

A este hecho hemos de sumar que si bien el crecimiento de la población se ha frenado en los llamados países desarrollados, mantiene unas altas tasas de crecimiento en los países en vías de desarrollo con lo que habría que sumar a su incremento de consumo per cápita el ingente aumento de personas. Tanto la demanda de alimentos como de agua se incrementará de forma exponencial al aumentar la población. Y eso mismo ocurrirá con la demanda de energía partiendo de las fuentes actuales (principalmente carbón, petroleo y gas natural.



En el mapa anterior podemos ver de forma simbólica dónde se consumen los recursos en nuestro planeta y qué tipo de recursos se consumen. Las manchas blancas representan las luces de las ciudades, las amarillas son los pozos de gas y petroleo y las rojas son fuegos de leña para cocinar. Resulta inquietante comprobar con qué nitidez se pueden dibujar los países en virtud de su consumo de recursos. Así, Europa, Estados Unidos o Japón se pueden observar con facilidad. También es sintomático el caso de India o la parte oriental de China. La población crece y necesita recursos.

Una forma de medir los recursos que consume una población es la llamada Huella Ecológica (Ecological Footprint en inglés) que sería la cantidad de tierra necesaria para generar los recursos que consumimos. Actualmente en España la huella por habitante es de 6 Hectáreas (60.000 m2 ó 0,06 Km2). Si tenemos en cuenta que España tiene 512.000 Km2 de extensión y unos 45 millones de habitantes. Se necesitan 2,7 millones de Km2 de tierra para generar los recursos que consumimos, o lo que es lo mismo: más de 5 veces la extensión de España.

Este crecimiento unido al consumo de bienes ha producido que el número de coches en circulación haya aumentado de forma impresionante. Así, en 1997 había 600 millones de coches y en el años 2010 alcanzaremos los 1.000 millones una cifra que, de no cambiar el modelo de movilidad, es absolutamente insostenible.

El crecimiento en el número de automóviles no se reparte de forma homogénea por el planeta. Mientras que en Europa el número está estancado incluso disminuye ligeramente, en Estados Unidos y Canadá aumenta ligeramente y experimenta una verdadera explosión en Asia (China e India). A esto hay que añadir el lanzamiento de vehículos como el Tata Nano que, dado su precio puede hacer que este aumento sea aun más rápido llegando a los 1.200 millones en 2015.

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