El nuevo Plan prevé ahorrar un 10% de consumo y unos 250.000 euros anuales
La Universidad de Valladolid implantará en el «Miguel Delibes» una caldera de biomasa para varios edificios. Son más de cincuenta los edificios los que tiene la Universidad distribuidos en cuatro campus.
Valladolid- Y la situación de gran parte de ellos es «mala», con 30 años de antigüedad o más, sistemas pocos eficientes con un gasto de energía muy elevado y con una producción propia más bien escasa. Y el gasto energético en estos edificios supone al año cuatro millones de euros anuales, una de las mayores partidas de gasto de la UVA.
«Debemos dar ejemplo a la sociedad y estamos más comprometidos que nunca», indicaba el rector Marcos Sacristán, quien incidía como objetivos básicos para lograr una eficiencia absoluta en esta tarea la integración en los cuatro campus de las energías renovables, la formación de profesionales y la concienciación entre el alumnado.
El reto, según el director de Área de Calidad Ambiental, Javier Rey, es reducir el consumo energético entre un 10 y un 15 por ciento en 2013, lo que supondría un ahorro de unos 250.000 euros anuales. Aunque, ya se han realizado algunas actuaciones en varios edificios, como la mejora de cubiertas y ventanas, la colocación de balastros eléctricos y otros que han supuesto la reducción de 1.360 kilowatios, 313 toneladas de emisiones de CO2 y un ahorro estimado de unos 200.000 euros.
El vicerrector de Patrimonio e Infraestructuras, Antonio Orduña, indicaba que se está recabando información, a través de un inventario energético y auditorías para recabar información y saber dónde actuar. Así, los edificios que más gastan son la Facultad de Medicina, la residencia universitaria Alfonso VIII y la Facultad de Ingeniería. El mayor gasto se produce en calefacción, con cerca del 60 por ciento mientras que la iluminación supone un 30%.
Una de las medidas que se aplicará de manera inmediata es la instalación de una «calefacción de distrito» en el campus Miguel Delibes en Valladolid, que suministrará, a partir de una caldera de biomasa, energía a los nueve edificios del complejo. Se pretende así reducir a la mitad el consumo energético, en lo que supone un convenio con la Consejería de Fomento, que se podría extender en el futuro a otras instalaciones.
«Debemos dar ejemplo a la sociedad y estamos más comprometidos que nunca», indicaba el rector Marcos Sacristán, quien incidía como objetivos básicos para lograr una eficiencia absoluta en esta tarea la integración en los cuatro campus de las energías renovables, la formación de profesionales y la concienciación entre el alumnado.
El reto, según el director de Área de Calidad Ambiental, Javier Rey, es reducir el consumo energético entre un 10 y un 15 por ciento en 2013, lo que supondría un ahorro de unos 250.000 euros anuales. Aunque, ya se han realizado algunas actuaciones en varios edificios, como la mejora de cubiertas y ventanas, la colocación de balastros eléctricos y otros que han supuesto la reducción de 1.360 kilowatios, 313 toneladas de emisiones de CO2 y un ahorro estimado de unos 200.000 euros.
El vicerrector de Patrimonio e Infraestructuras, Antonio Orduña, indicaba que se está recabando información, a través de un inventario energético y auditorías para recabar información y saber dónde actuar. Así, los edificios que más gastan son la Facultad de Medicina, la residencia universitaria Alfonso VIII y la Facultad de Ingeniería. El mayor gasto se produce en calefacción, con cerca del 60 por ciento mientras que la iluminación supone un 30%.
Una de las medidas que se aplicará de manera inmediata es la instalación de una «calefacción de distrito» en el campus Miguel Delibes en Valladolid, que suministrará, a partir de una caldera de biomasa, energía a los nueve edificios del complejo. Se pretende así reducir a la mitad el consumo energético, en lo que supone un convenio con la Consejería de Fomento, que se podría extender en el futuro a otras instalaciones.
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